LAS PRUEBAS

No eres o no somos culpables, pero sí somos responsables, en cuanto somos cooperadores o cocreadores de nuestra realidad, de acuerdo a nuestro origen divino. Cuando decidimos avergonzados salir del Edén, salimos con este atributo divino.

Y desde aquí partimos en el ahora a modificar esa realidad cuando nos es adversa y aquí es donde el ho’ponopono tiene su función más importante.

Si seguimos fijando en el subconsciente, (sembrando), en el subconsciente hechos negativos mediante la emoción negativa, (rabia, ira, lamento), esos hechos negativos vuelven, es la emoción positiva o negativa la clave. Más aún, vuelven situaciones semejantes vividas en vidas anteriores.

La emoción es una clave, borrar es otra clave.
EL SUBCONSCIENTE

Digamos que el subconsciente es un terreno donde se siembran plantas que dan frutos saludables, sabrosos y flores bellísimas cuando somos optimistas, positivos y aprendemos a reaccionar adecuadamente a las situaciones que se nos presentan en el diario vivir.

Nuestra actitud ante los eventos del presente, (actual encarnación), nuestra reacción, si no es la adecuada puede desencadenar la repetición de eventos ya sufridos que no tuvieron una adecuada resolución en vidas anteriores y se presentan otra vez y ahora es la oportunidad de romper esa atadura, esa cadena para siempre y avanzar.

El subconsciente no muere, te sigue a tu próxima encarnación y en esa encarnación crecerán como en un jardín los frutos dulces y amargos, las flores bellas y la cizaña y según estos, así será nuestra nueva vida actual. ¿Con la cizaña y los frutos amargos qué se hace normalmente? Se arrancan de raíz. Así debemos hacer. Cuando aparecen en nuestra vida el egoísmo, la envidia, celos entre otros, es la oportunidad de romper esa atadura o cadena atávica, es lo que se llama una prueba en nuestras vidas, de la cual, debemos salir liberados o fortalecidos si la superamos, en caso contrario permaneceremos inmóviles y en la oscuridad. No vendrá la luz espiritual a nosotros. Supongamos que alguien nos traiciona en el trabajo, en la amistad e incluso en el amor, tienes oportunidad para tomar venganza o perdonar, cuál camino tomaremos, el de la luz, el camino que borra y nos desata, para que esa situación desaparezca de nuestras vidas y nos eleve espiritualmente o el falso placer de la venganza que te lleva a repetir vidas tras vidas las mismas lecciones sin aprobar el curso. Igual, con las tendencias que no son naturales, en esta encarnación en el comportamiento con los demás, sexuales, violencia, odio, envidia, etc.

Perdonar, no significa volver a aceptar o cohabitar con las personas que te han maltratado, esa decisión de todas formas es nuestra, en este contexto es para romper cadenas de sufrimiento.

Las pruebas muchas veces no son fáciles, pero de ellas saldremos mas fortalecidos. No murmures contra Dios durante estas pruebas, alábalo, te está dando una oportunidad para avanzar liquidando viejas deudas, nos está dando por un tiempo hiel para que después valoremos que deliciosa y dulce es la miel.
EL HO’PONOPONO

El ho’ponopono, una revelación dada a los aborígenes hawaianos, nos ayuda en estas pruebas para que sean más breves y nazca un nuevo día con mejores oportunidades. La situación vivida en el ahora obedece a esas memorias subconscientes que vienen de vidas anteriores, cuando aparecen no hay que verlas con un “por qué a mí”, es que nos abruma lo duro que estas circunstancias pueden ser, especialmente cuando hay violencia de por medio, entonces es cuando el ADVERSARIO, SATAN, toma el mando y comienzas a dudar y a increpar a DIOS, a maldecirlo, entonces, es cuando el adversario toma mas energía y se te empeoran las cosas, porque atizas el fuego ya prendido. El ho’ponopono, trata precisamente de apagar fuegos, pero extinguiéndolos desde su origen en las memorias del subconsciente. No es proceso complicado, tenemos que elegir borrar, soltar y confiar. Aceptar el AHORA, no maldecirlo, aceptar nuestra responsabilidad en la creación sea en el presente o en vidas anteriores, (llamado también karma) , de esta situación o hecho presente y ahora decir: Lo siento, perdóname, gracias, te amo, o gracias, gracias, gracias y a final decir: y así sea hecho.

Ayuda esto a producir una resolución mas positiva o favorable a lo desagradable o a lo doloroso.